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domingo, 23 de junio de 2013

LAS COSAS QUE REALMENTE IMPORTAN... POR JAVIER MARINA



  Como J, yo también vengo de miles de kilómetros, siguiendo la huella de mi viejo, quien hizo el camino inverso hace más de setenta años. Como J, intento aferrarme con talante a los pequeños detalles que te permiten alegrar tus días. Como J y otros, he buscado un camino de oportunidades, pero la vida y supongo mi carácter, ha preferido mostrarme otro sendero, donde valorar las pequeñas cosas te hacen sentir grande.

  Por los caprichos de la vida, no supe lo que es dar todo por un hijo. Pero sí supe lo que es dar todo por tus padres, aún dejando la comodidad de tu país y el entorno que te protege, para acudir al rescate de mis viejos. Perdí los contactos, dejé de usar corbata y acudir a reuniones, no manejé más presupuestos de cuatro o cinco ceros, pasé de que me llamaran señor a que me digan chaval o pibe, pero a cambio, me encontré con otro J, que en este caso es de Javier, que me permitió comprobar que fui capaz de cambiar rotundamente mi destino, pero que once años después pude ver a mis padres nuevamente estabilizados y proyectando. Y todo eso lo logramos entre mis padres, mi esposa y yo, sin ningún reproche, despejando rápidamente las dudas si lo que hacía era lo correcto y sin dudarlo, aunque sin dudar no signifique sin tener miedo.

  Al principio busqué en vano recuperar al Javier de Buenos Aires. Desde el día que aterricé en Barajas fui otro, ni mejor ni peor, otro. Y eso me llevó un tiempo aceptarlo. Aún hoy, suelo buscar a ese Javier en las calles de Pletnzia o de Bilbao. Y me di cuenta que cuando viene algún amigo a visitarme, lo recupero en el mismo momento de abrazarlo. Vuelven las sonrisas cómplices, regresa tu sobrenombre, vuelves a contar una anécdota sin contarla, a que tu interlocutor haya vivido contigo casi todo lo que uno llama recuerdos. El primero que se fue, luego de unos días, me vió llorando desconsoladamente. Quizás ese llanto me permitió asumir que aquel J no estaba perdido, permanecía en las pequeñas cosas que mi entorno suele recordar en Buenos Aires, cuando hablan de mí en las reuniones de amigos.

  Conocí mucha gente, conocí tantas maneras de asumir la vida. Pedí ayuda y di varias manos. Escuché cantos de vida. Hoy escucho a gente que no tiene casi nada, pero tienen algo que es indispensable. La capacidad de confiar en uno y en agradecer una vez terminada la charla. Ayer mismo, viernes, conversé con una persona de Senegal, que acudía a mí en busca de un lugar donde dormir. No lo pude ayudar, sólo le permití vislumbrar una cama por los siguientes tres días. Me preguntó por dos cuestiones básicas más y tampoco le pude ayudar. Me dio tanta pena que le dije lo siento, no pude solucionar ni una sola de tus demandas. El hombre me dijo: “al menos me has atendido y escuchado”, me agradeció y se marchó con las mismas incertidumbres con las que había llegado.

  Cuando me invaden las dudas, cuando mi camino no se abre, trato de no bajar los brazos, siempre encuentro algo que me permite abrigar nuevas esperanzas. Siempre que recibo una mano u oído amigo, siento que la vida te da miles de regalos. Esa esencia creo que siempre la tuve, pero ahora el día a día me dio la oportunidad de valorarlo. Por eso, como J, siempre sueño con la próxima comida con mis viejos, el siguiente asado con mis amigos, con ir con mi carnet de socio que todavía pago a ver un partido de River Plate, y con imaginar que algún día regresaré a Buenos Aires. Mientras tanto, trato de caminar por Bilbao con un libro bajo el brazo y no perder la oportunidad de decirle a la gente que se aferre a las pequeñas cosas, porque las supuestas grandes metas son las que te nublan tu paso por la gran vía.


Javier Marina

miércoles, 19 de junio de 2013

RECETAS JAPONESAS FÁCILES : ONIGIRI

 
 
 
Onigiri es una bola de arroz con un relleno en su interior o mezclada con diferentes ingredientes y envuelta en un trocito de alga nori. Se trata de una comida típica para llevar a comer fuera en las cajas de almuerzo japonesas "bento" . Su elaboración, sencilla: en la mayoría de recetas de onigiri que circulan por la red encontrarán instrucciones para hacerlos formando bolas triangulares a mano. Yo les propongo utilizar un molde cilíndrico  que permite hacer de una vez tres piezas.
 
Los ingredientes los que su imaginación y sus preferencias les dicten. Un relleno típico sería el de ciruela encurtida japonesa umeboshi. Es habitual también la mezcla del arroz con el condimento furikake.
 
Ejemplos de relleno (pueden ir mezclados o no con furikake y envueltos con un trocito de tira de nori o sin alga):
 
- Atún en conserva con mayonesa.
- Surimi con salsa rosa.
- Salmón ahumado y tortilla francesa con cebollino ( en este caso recomiendo mezclar tiras de huevo y de salmón troceadas con el arroz y cebollino picado y utilizar toda la mezcla para rellenar el molde como aparece más abajo en la foto ).
 

 
 El arroz- de grano corto- lo cocinaremos en la arrocera después de haberlo lavado bien previamente ya que para que adopte una textura pegajosa, que permita que las bolas queden compactas, hemos de eliminar el almidón. Para cocinarlo sin el cocedero eléctrico pueden seguir esta receta de arroz para sushi (no es necesario añadir vinagre de arroz, azúcar y sal para hacer los onigiri).
 


El molde lo adquirí en Sumo, establecimiento de sushi y ultramarinos japoneses.

 
Colocamos un poquito de arroz en el fondo del molde (es preciso tener los dedos humedecidos), después el ingrediente elegido y finalmente otra capa de arroz.
 

Prensamos con la otra parte del molde.


Enrollamos con el alga.




Pasamos algunas de las piezas por el furikake extendido.


Dejamos para el final la mezcla de salmón ahumado.



Especial mención a una receta prestada por nuestros amigos Erika y Alberto.  Fusión donde las haya : onigiri de panceta con corazón de gouda viejo.
 
 
Atrévanse a sorprender con esta receta característica de la vida cotidiana japonesa.
 
 



viernes, 14 de junio de 2013

LAS COSAS QUE REALMENTE IMPORTAN...POR ALBERTO DE QUINTANA

Me pilláis en horas bajas ya que la espalda quiere recordarme a cada momento que soy humano y no lo hace de una manera placentera...

Pero vamos a hablar de cosas importantes.

 La vida está llena de retos, de situaciones, de coincidencias, de casualidades y, a veces, sólo damos importancia a lo que, en nuestro fuero interno, calificamos de "aprovechable" para nuestros fines.

 Somos capaces de entrever una oportunidad al estrechar la mano de esa persona que nos puede ofrecer una vida profesional más completa, y somos incapaces de ofrecer una sonrisa a esa anciana con la que siempre nos cruzamos al salir de casa y que ya nos mira como si fuésemos conocidos de toda la vida. Para la persona que te estrecha la mano, eres uno más. Para la anciana esa sonrisa supondría un regalo inesperado, agradable.Y son esas pequeñas cosas las que nos pueden llenar de felicidad. La vida nos trata bien o mal. Los recursos para ser feliz son nuestros y todos los tenemos.


 Las grandes metas son eso... metas. Y ahí es dónde está la diferencia entre quién las considera prioritarias en sus resultados o entre los que disfrutan de cada instante del recorrido para llegar a ellas. Si la meta es llegar a Zaragoza, siempre será mejor ir disfrutando por el camino de los paisajes de Álava y La Rioja.


Esas pequeñas cositas, sin importancia aparente, son los frutos que nos regala una vida que pasa rápido a nuestro lado y que nunca se detiene. Almacenar sonrisas, caricias, regalos inesperados, situaciones agradables, gestos, pequeños logros, miradas... ahí está la esencia de una felicidad que hay quién quiere construir de golpe. Es disfrutar de cada ladrillo. Y, sobre todo, es disfrutar de todo a lo largo de una vida que, recordemos, termina en la meta... a la que se llega sin posibilidad de retorno. ¿No es mejor llevar el caudal de esas pequeñas cosas y haber sido feliz que llegar con las ansias de grandes logros, realizados o no, y con solo eso?


Hoy he disfrutado con la compañía de mi "pulguita"... (ella sabe quién es) y he sido feliz. Mientras, sigo escribiendo en busca del Nobel de Literatura, meta a la que nunca llegaré, pero que me proporciona ratos como el de esta tarde que me han hecho feliz... y eso, no me lo quita nadie.

 Un beso, amigas.

 Alberto de Quintana 

arbol de la vida

domingo, 9 de junio de 2013

LAS COSAS QUE REALMENTE IMPORTAN

   Nuestro amigo J vive a miles de kilómetros de su hogar. Es de esas personas que saben disfrutar de los pequeños placeres que da la vida y con buen talante encara nuevos aires aprovechando experiencias desde su lejana ubicación.
Como él, muchos otros han buscado oportunidades o se han visto obligados a una emigración forzosa, en principio temporal pero de la que no se alcanza a ver, ni aún asomándose mucho, el final.

   J desde éxoticas tierras sueña con la próxima visita a su ciudad: dar un paseo hasta El Sardinero, sentarse con una cervecita bien fresca y un Diario Montañés en una terraza junto a la playa , compartir impresiones con los amigos de siempre delante de una ración de rabas y un vermut de solera, reposar en el salón de casa de sus padres mientras su madre le prepara alguna comida especial y su padre acapara el mando a distancia porque ponen pelota vasca en la tele...
  
  
   Estar alejado a la fuerza proporciona una perspectiva diferente. Como J es un tío grande con sentimientos nobles, en la soledad de su habitación de hotel, cuando el ruido diario ha cesado, reflexiona sobre el tiempo que dedicamos a tantas cosas superfluas : cómo el día a día hace que se nos escape aquello que realmente importa.
Y nosotras trasladamos a todos ustedes la idea de J. A él , recapacitar sobre lo verdaderamente importante le inspiró este bonito dibujo:




Si alguien quiere compartir con J y con estas blogueras las cosas que realmente le importan, con mucho gusto lo publicaremos y dedicaremos unas líneas. Pueden hacernos llegar sus ideas a unomasunosondoss@gmail.com o por mensaje privado en la página de Facebook. ¡Anímense!

Retrato de J by Saruone.

martes, 4 de junio de 2013

COMO HACER UN TURBANTE TOCADO PARA BODA



En el transcurso de los tiempos hemos visto como ciertos complementos, estéticas, prendas o maquillajes se sucenden y como si del ciclo lunar se tratase, aparecen una y otra vez aunque de una forma sutilmente distinta. 

turbante joven de la perla


turbante antiguo
 turbante frida khalo


Como complemento ideal para un vestido de ceremonia me he diseñado mi propio turbante.

Necesité 25 cm de tela plateada con bastante cuerpo pero transparencia, la elegida se trata de una tela para confeccionar cortinas, como el ancho es mucho más grande que el habitual en confección (2,80 m. frente 1,50 m) me ha sobrado la mitad . El coste 4 euros.

tela para turbante plateado

Hilo gris para coser a máquina

materiales para hacer turbante

materiales para hacer turbante

 tela para turbante

Con la máquina de coser y del revés se hace un sobrehilado de la tela. La largura hay que adaptarla a la cabeza , en mi caso probé el turbante dando 2 vueltas y cuando me aseguré que me ajustaba tomé la medida y cosí los extremos. 

Para colocarlo se giran 2 veces los extremos haciendo un ocho,  pasando a ser el centro de ese ocho el  que delimite la nueva circunferencia.


tela para turbante

tela para turbante

tela para turbante

tela para turbante

Hay que procurar que la costura quede tapada por el trozo de tela que no tiene.

como hacer turbante

como hacer turbante

Para darle un toque más sofisticado le coloqué un broche a modo de tocado (gracias María por proporcionármelo).

 Le he sustituido una fila de abalorios rosas por otra verde que van en consonancia con el vestido que pienso llevar, también le he pegado  unos trocitos de lazo negro de raso y de encaje al que le he cosido un par de lentejuelas verdes.

Para darle algo más de volumen dos plumitas verdes atornasoladas.


como hacer tocado de plumas

tocado de plumas


como hacer turbante tocado

Os dejo unas fotos para que podáis ver distintas formas de colocarlo. ¿ Cuál os gusta más?


como hacer turbante tocado



como hacer turbante tocado



como hacer turbante tocado


turbante plateado

turbante - tocado con plumas

turbante - tocado con plumas Autofotos by S

 OS dejo un enlace para ver más formas y estilos  vogue 15 formas de llevar un turbante


Y COLORÍN COLORADO ESTE TOCADO SE HA ACABADO

( Os adelanto que para completar el look de la boda tengo pendiente un cinturón de abalorios)